(para leer escuchando “She works hard for the money“, o con la peli Londres me mata de fondo)
Ésta es una historia sobre McJobs. Para aquellos de ustedes que desconozcan el término, les remito directamente al hombre que lo acuñó, el escritor Douglas Coupland:
McJob: Trabajo mal pagado, sin prestigio, sin dignidad, sin futuro, en el sector de servicios. Considerado frecuentemente como una elección profesional satisfactoria por personas que nunca han tenido ningún trabajo“.
Yo no tengo demasiada dignidad, no creo mucho en eso del futuro y además me paso el prestigio por la brinca del coño, pero todo esto no es óbice para que un McJob sea, efectivamente, una mierda de curro.
Pues bien, ayer fue el dÃa de buscar un McJob en este paraÃso natural del desempleo en que vivo. Fiel al espÃritu del vocablo, fui directamente a esa multinacional del payaso terrorÃfico y las hamburguesas pequeñas que se llama McDonald’s. Hice cola en el mostrador con mi mejor cara de “quiero producir, soy una laboriosa hormiguita!“. No sé si a ustedes les pasa, pero yo vivo con la sospecha de que el resto del mundo, haga lo que haga yo por evitarlo, me huele la diferencia. No es que sea “diferente”, ni “especial”, ni mierdas de ésas de diario de gótica atormentada. Es que miro alrededor y me doy cuenta de detalles como los que siguen:
- Nunca voy a la peluquerÃa. Eso quiere decir que llevo el pelo de mi color (negro), sin mechas ni reflejos ni rizaditos artificiales. Hace unos meses le pasé la rapadora, asà que ahora crece a su libre albedrÃo, sin encomendarse a Dios ni a Llongueras. Es una mata de mechones rebeldes, pinchos insólitos y volumen aterrador. Un poco como tendrÃa el pelo Eduardo Manostijeras si se hubiese quedado dormido en un autobús. LejÃsimos de la media melena con mechas rubias standard.
- Nunca llevo la ropa adecuada. Eso quiere decir que nunca tengo pasta para comprarla y que carezco por completo de ese instinto que tiene otra gente para combinar colores o elegir complementos. Mi fondo de armario consta de cuatro pares de vaqueros (dos negros, dos azules), aproximadamente ocho camisetas (la azul de superman, dos negras de los Simpson, gris manga corta, gris manga larga, negra con logo del Café 13, negra con un personaje de cómic, negra con Elvira empuñando una motosierra y alguna otra que no recuerdo), dos camisas (blanca inmaculada y blanca con rayitas grises), dos jerseys (azul que me llega por las rodillas, negro un poco más pequeño), dos camisas para llevar por fuera (verde militar oscuro, cuadros blancos y negros) y unas botas enormes de insólito color lila. Ésa es toda la ropa que tengo (amén de ropa interior harapienta pero apañada) y soy consciente de que no causa buena impresión cuando hay que buscar curro o ir a una boda. No tengo ni una sola falda, ni un par de medias, ni unos zapatos, ni una chaqueta, ni un bolso… nada que combine con la media melenita con mechas que comentábamos en el apartado anterior.
- Nunca llevo los complementos adecuados. No uso reloj, anillos, pulseras o collares, porque ya lo intenté y no resultó bien. Tengo tendencia a quitarme todo eso en cuanto paso diez minutos en el mismo sitio, y acabo perdiéndolo siempre, asà que ya no lo llevo. Por esa misma razón no tengo otros pendientes que los dos minúsculos aros de plata que llevo en la oreja izquierda. Son tan pequeños que resultaron increÃblemente difÃciles de poner, y por lo mismo son tremendamente difÃciles de quitar, lo que me viene estupendo para no perderlos. Me muerdo las uñas hasta el hueso desde que tengo dientes para hacerlo, asà que es totalmente imposible pintarlas. No tengo pañuelos, broches, guantes, diademas, cinturones y demás parafernalia. No me maquillo más que un par de sábados al año, y como soy negada para esas labores, acabo pareciendo Daryl Hannah en Blade Runner o John Wayne Gacy cuando salÃa vestido de Pogo el Payaso. No uso perfume. Tengo un pendiente en la lengua, que he perdido ya un par de veces pero siempre he conseguido reponer. Tengo una especie de mochila negra un poco costrosa pero muy práctica. Tengo unas cuantas chapas (Nick Cave, David Bowie, Iggy Pop, Dead Kennedys, un opio sobre fondo rojo), pero también me las quito a menudo. Y eso es todo.
Por estas razones y seguramente alguna más que se me escapa, tengo siempre la sensación de que me huelen la diferencia. Aunque fuese a una entrevista con ropa prestada y complementos rateados del joyero o el armario de mi madre, parecerÃa disfrazada. Una vez me llevaron a buscar ropa decente para una boda y acabé comprando un smoking por desesperación y agotamiento, porque no habÃa nada que no me hiciera parecer un travesti endomingado. Bueh, por lo menos iba a juego con el novio. Hay gente que lleva el chal y los tacones con naturalidad. Me temo que no soy de ese tipo de gente.
En fin, que divago demasiado. Me habÃa quedado haciendo cola en el mostrador del McDonald’s, con cara de productiva hormiguita y las palmas de las manos húmedas de tensión. Me atendió una chica que parecÃa amable y le pedà un formulario para solicitar trabajo. Me lo dio, le di las gracias y salà afuera a rellenarlo con tranquilidad. En la calle me esperaba la amiga bella de la chapa de la Bruja AverÃa (ver primera entrada de este mismo diario), con la que me senté en un banco cercano a examinar el papelito. Encendimos un cigarro, saqué un boli y me dispuse a la tarea. A los cinco minutos ya estaba completamente desconcertada, rascándome la cabeza e intentando encontrarle algún sentido a lo que leÃa. Les transcribo el documento y ustedes juzgarán si mi perplejidad era exagerada. Lean, lean:
PARTE DELANTERA DEL FORMULARIO:
- DATOS PERSONALES
- ¿TRABAJA ACTUALMENTE?- SÃ, soy directiva de una gran empresa, pero es que me pone el olor a ketchup.
- ¿HA TRABAJADO ANTERIORMENTE?- No, soy un parásito social que vive de los cheques de Beneficencia.
- ¿PRETENDE COMPAGINAR EL TRABAJO EN McDONALD’S CON OTRA ACTIVIDAD?- Uyvá. ¿Qué pasa, que no se puede? ¿Es una vana pretensión? ¿Abandono toda esperanza de salir de aquà y asumo que no volveré a ver a mi familia, a leer algo decente o a tocarme tranquilamente la barriga?.
- ¿QUÉ SALARIO ESPERA POR HORA?- ¿Qué pasa, que me vais a dar lo que os pida? ¿O es una pregunta con truco?
- INFORME DEL CENTRO DE ESTUDIOS ACTUAL O ÚLTIMO- Aquà te preguntan tu nivel de estudios, el nombre del centro y, atención, el número de teléfono! ¿Pero es que van a llamar al decano y preguntarle si es cierto que aprobé Semántica del Español en junio?
- ¿POR QUÉ QUIERES TRABAJAR EN McDONALD’S Y POR CUÃNTO TIEMPO?- Euh… ¿porque necesito dinero para tabaco y chapas? ¿porque me fascinan los tonos amarillo y rojo del logotipo? ¿porque no quiero morirme sin haber preparado quinientos McPollos?
- OTROS TRABAJOS ANTERIORES Y AFICIONES PERSONALES- Vale, estamos hablando de esas actividades que pretendo, sin recato alguno, compaginar con el trabajo en McDonald’s, no? ¿Nos van a dejar un ratito cada dÃa para que acabemos de montar la maqueta del Halcón Milenario? ¿Puedo practicar la postura del Escorpión Del Desierto Muy Muy Cabreado? ¿El jefe también colecciona cromos de Harry Potter?
- ¿CÓMO HA SABIDO DE LA EXISTENCIA DEL EMPLEO?- Lo sospeché cuando fui al mostrador y no me atendió ningún sofisticado androide. Eso, creo yo, va a ser porque contratan gente para hacer ese trabajo. Igual me equivoco.
Hasta aquà el desconcierto inicial. Pero luego le di la vuelta al formulario y ya hubo gran regocijo.
PARTE TRASERA DEL FORMULARIO:
GRACIAS POR SOLICITAR EMPLEO EN McDONALD’S
Somos un restaurante de servicio rápido, comprometido en brindar 100% Satisfacción al Cliente. Cada dÃa servimos a 22 millones de clientes en todo el mundo. Cada uno de nuestros clientes merece un servicio que le impresione, desde el momento en que se acerque al mostrador o a la ventanilla del McAuto [hay McAutos!!!], hasta que se marche de nuestro restaurante.
Dependemos de nuestros empleados para que proporcionen una experiencia rápida, amigable y cortés a nuestros clientes. [¿ustedes están pensando lo mismo que yo? ¿o es que soy una enferma y una desviada sin redención posible?].
Para ello buscamos personas que deseen divertirse, mientras brindan un servicio correcto, rápido y amable. [exigiré diversión constante como un derecho inalienable del trabajador. Como no esté partiéndome de risa a los cuatro dÃas, me largo].
Si estás interesado en compartir esta experiencia [¿?] con nosotros, a continuación describimos el trabajo de todos los empleados de McDonald’s.
- Saludar y servir a los clientes de McDonald’s con una sonrisa.
- Tratar a todos los clientes de una manera amable, cortés.
- Servir una comida de calidad, con un 100% de Satisfacción al Cliente. [¿y esta manÃa de poner “satisfacción” y “cliente” con mayúscula? ¿es parte de la diversión ésa que decÃan?].
- Asegurarse de que el restaurante está siempre limpio.
- Seguir todos los procedimientos de trabajo McDonald’s. [resistance is futile].
- Observar unas buenas prácticas higiénicas personales, para asegurar una comida saludable. [lo dicho, o yo soy una enferma o esta panda de depravados piensan hacerme un examen pélvico y un frotis antes de permitirme tocar un McGazpacho].
- Tratar a tus compañeros con cortesÃa y respeto.
- Trabajar en equipo. [pues serÃa mucho más divertido no hacerlo. ¿Se imaginan? “Carlos, hazme cinco Big Mac con queso!”. “SÃ, claro, porque tú lo digas. Te haré dos SuperMacDeLuxe y si me apetece!”. El caos por medio del individualismo].
- Llevar un uniforme de trabajo limpio y apariencia personal limpia y aseada (por respeto a clientes y compañeros de trabajo).
¿QUÉ OPORTUNIDADES TE ESPERAN? [wow! ¿además de compartir esa experiencia rápida, cortés y amigable con vosotros?].
- Formación a cargo de la empresa.
- Alta en la Seguridad Social. [Y esto lo ponen como una oportunidad! ¿habrá que ganárselo?].
- Horario flexible, compatible con estudios. [¿pero no con el punto de cruz o el kárate?].
- Ser parte de la compañÃa de servicio rápido de más éxito del mundo. [wow, me corro en las bragas sólo de pensarlo].
- Ambiente agradable, joven, divertido. [exigiré mi parte de diversión, ya os lo he dicho].
DESPUÉS DE REVISAR ESTA INFORMACIÓN, SI TODAVÃA ESTÃS INTERESADO, POR FAVOR LLENA LA SOLICITUD DE EMPLEO. [que suena un poco a “si todavÃa te quedan cojones, entra libremente por tu propia voluntad y deja tu cerebro y tu voluntad sobre el altar que encontrarás junto a los lavabos].
***
Bueno, pues ése es el formulario, y sólo he podido escribir mis datos personales. No tengo la menor idea de cómo rellenar lo demás. Voy a buscar un frasquito de Seconal que mi abuela guarda desde los años sesenta. A ver si, convenientemente intoxicada, soy capaz de escribir cualquier cosa que no sea lo que ustedes han podido leer entre corchetes. Porque necesito pasta para tabaco y chapas. Ya les contaré si acabo en ese agujero Morlock, compartiendo experiencias con otros desdichados Eloi, o si hay suerte y me cogen para otro McJob menos terrorÃfico. Permanezcan atentos.
Nikos, rápida, amigable y cortés.
4 Comments
hola soy nicolas y Me gusta como piensas y como te expresas incluso muchas de las fraces tiene su gracias,me la pase bien leyendo, No cambies y escribe lo que opinas …
por gente como tu existen dos clases de personas: los que son empleados y las que son dueños y definitivamente tu siempre seras empleada
No le quepa la menor duda. No he nacido para decirle a nadie lo que tiene que hacer (a excepción, naturalmente, del espinoso asunto de acentuar las mayúsculas; hay que acentuarlas, Amigos), motivo por el cual nunca seré dueña ni tendré hijos.
Tenga cuidado ahà fuera, donde cada dÃa nace un empleado del mes.
Dianed, por gente como tú existe la diferencia de clases. No te preocupes, sois mayorÃa. Sois el rebaño. Shu! Shu!
Ing, ke esta entrada no la habÃa leÃdo y creo ke se me ha encajado la mandÃbula otra vez de las risas.
Te añoraremos esta noche en la Foguera.
XXX
Ps Actualiza, coño, ke si no te tiño de verde fosforito el color de fondo. Mwahhahaha.