Buenas tardes, Amigos y Desconocidos Lectores Constantes.
El monográfico Capote va bien y muy pronto estará con todos ustedes. Dadas sus dimensiones, seguramente lo divida en tres entradas, algo asà como infancia, adultez y decadencia del Maestro. Ya veré cómo lo organizo. No esperen conteniendo la respiración, ¿eh?.
Hasta entonces, como sé que no pueden vivir sin abrir cada cinco minutos su GuÃa del Libro y del Savoir Faire, les traigo un exótico bocado para mordisquear, que ya habÃa prometido enseñarles hace tres o cuatro entradas.
Se trata de las famosas maldiciones yiddish. Mi bella amiga Eva tenÃa una no menos bella novia errante, que le trajo de sus viajes una menorah, o candelabro judÃo de siete brazos, y un librito donde se recopilaban hermosas maldiciones en yiddish. Maldecir, para los judÃos y para cualquiera que tenga dos dedos de frente, no consiste únicamente en lanzar un buen improperio. La palabra dicha y la palabra escrita son algo más que representaciones de la realidad; son la realidad misma. La sangre que invocas sobre la cabeza de tu enemigo es sangre real, que mancha tu estirpe hasta la séptima generación. Hablaremos de esto en otro momento, Amigos Lectores, porque no sé si ustedes son conscientes del poder de la palabra adecuada en el momento preciso. “Al enseñarme a hablar”, dice Calibán, “me enseñaste a maldecir”, y dijo Yaveh Elohim: “Porque no eres frÃo ni caliente, porque eres tibio, te escupiré de mi boca”.
Las maldiciones son importantes, como son importantes los exorcismos, las invocaciones y las plegarias. Si usted aún no se ha percatado, no deberÃa estar leyendo este diario.
Allá van, pues, las hermosÃsimas maldiciones, porque el Lector Constante que se vista por los pies tiene que saber maldecir con propiedad. Disfrútenlas, hijos de un puerco estigio y una perra zamoria.
*Men zol im tsuklepn tsu der vant vi a luaj un iedn tog, fun im opraisn a shtik.
Que lo peguen contra la pared como a un almanaque y que cada dÃa le arranquen un trozo.
*Vifl ior er iz gueganguen oif di fis zol er guein oif di hent, un di iberike zol er zij sharn oifn hint.
Que tantos años como anduvo sobre los pies, ande sobre las manos, y que el resto se arrastre sobre el trasero.
*Megulgl zol er vern in a henglaijter: baitog zol er henguen un bainajt zol er brenen.
Que se transforme en una lámpara: que cuelgue de dÃa y arda de noche.
*Kain shum ain-hore zol im nit oismaidn.
Que ningún mal de ojo lo eluda.
*Zol er zain vi a lulev**: zibn teg zol men im shoklen un dos reshte fun ior zol er lign.
Que sea como un lulav: que durante siete dÃas lo sacudan y el resto del tiempo permanezca guardado.
*Got zol im helfn vi a toitn der El mole rájamin.
Que Dios lo ayude como el responso a un muerto.
*Raij zol er zain, der eintsiguer fun der gantser mishpoje.
Que sea muy rico, el único rico de toda la familia.
*Er zol hobn bai zain toier tsuei struzhn; einer zol aroisloifn shraiendik: “A docter! A docter!”, un der tsveiter zol im nojloifn: “Tzu shpet! Men darf shoin nit!”.
Que tenga ante sus puertas dos porteros; que uno salga gritando: “Un médico! Un médico!”, y que el otro lo siga: “Demasiado tarde! Ya no hace falta!”.
*Es zoln im vaksn tsibeles in pupik.
Que le crezcan cebollitas en el ombligo.
*Er zol hobn Pare’s makes bashotn mit Iov’s krets.
Que tenga las plagas de Faraón matizadas con las pústulas de Job.
*Got zol oif im onshikn fun di tsen makes, di beste.
Que Dios le envÃe, de las diez plagas, la mejor.
*Got zol oif im onshikn a nar un er zol fum im nit kenen poter vern.
Que Dios le mande un tonto y que no pueda sacárselo de encima.
*Zol Gots broje arain in zain pekele tsores.
Que entre la bendición de Dios en su paquetito de desgracias.
*A grois guesheft zol er hobn ful mit sjoire, vos er hot zol men bai im nit fregn un vos men fregt zol er nit hobn.
Que tenga un negocio enorme, repleto de mercancÃas, y que no le pidan nada de lo que tenga, ni tenga nada de lo que le pidan.
*Er zol hobn a baisenish vu er ken nit kratsn.
Que tenga un picor donde no pueda rascarse.
*Hundert haizer zol er hobn, in iedn hoiz hundert tsimern in iedn tsimer tsvantsig betn, un der kadojes zol im varfn fun ein bet inem tsveitn.
Que tenga cien casas, en cada casa cien cuartos, en cada cuarto cien camas, y que las convulsiones lo arrojen de cama en cama.
*Lebn zol er vi a tsibele, mitn kop in der erd.
Que viva como una cebolla, con la cabeza enterrada.
*Ale tsein zoln bai im araisfaln, nor einer zol im blaibn, oif tseinveitog.
Que se le caigan todos los dientes menos uno, y que ése le duela.
*Tsen shifn mit gold zol er farmogn un dos gantse guelt farkrenken.
Que posea diez barcos repletos de oro y que las enfermedades se lo consuman todo.
*Got zol im helfn vi a toitn, bankes.
Que Dios lo ayude como las ventosas a un muerto.
**lulav: rama de palmera datilera que se agita, junto al etrog, en la fiesta del Sukkot.
Hasta ahà el momento yiddish. Si alguno de ustedes, paseando mismamente por Granada, es asaltado por la clásica gitana que se obstina en leerle la buenaventura o le mete un ramito de azahar por las narices, ya sabe lo que tiene que hacer. ResÃstase a sus avances, reciba impasible el ademán la consiguiente maldición calé, y responda tranquilamente con una de éstas. Y luego salga de allà a uña de caballo, por supuesto.
Para los que se hayan quedado con ganas de más, tenemos un par de joyas irlandesas, que pueden ustedes emplear el dÃa de Saint Patrick, cuando el imbécil folkie local se ponga a bailar una jiga sobre su mesa.
*Mallacht Dé ort.
Que Dios te maldiga.
*Bás mÃch ort.
Mala muerte para ti,
es decir,
*Bás na bpisÃn chugat.
Que mueras como los gatitos
Y con esto terminamos por hoy, no sin antes recomendar al Amigo Lector Constante interesado en estas cosas que busque por ahà un libro llamado La lengua de tu madre, donde encontrará una plétora de insultos, maldiciones y frases envenenadas de aquà y de allá. Se lo recomendarÃa comme il faut, pero yo no lo tengo y la biblioteca lo ha prestado, asà que ya lo comentaremos otro dÃa.
Tengan cuidado ahà fuera, donde se les secará la mano derecha.
Constant Reader.
12 Comments
apreciado Lector Constante:
Esperaré ansioso el comentario y las referencia bibliográficas de “La lengua de tu madre”. En mi biblioteca sólo tengo “El arte del insulto. Estudio lexicográfico”, de Juan de Dios Luque, Antonio Pamiès y Francisco José Manjón, de Ediciones PenÃnsula, y “Puto el que lee. Diccionario argentino de insultos, injurias e improperios”, sacado en estas pampas por Editorial Gente Grossa. Pero cualquier nuevo aporte al tema es bien venido.
Sobre La lengua de tu madre (y otros libros de insultos).
Quizá todos los hayan leÃdo, pero para poetas insultones los poetas latinos Catulo y Marcial(seguro que hay muchos más), aunque en traducciones no censuradas como la antologÃa de la poesÃa latina del pelota Luis Alberto de Cuenca que sustituye todas las descarnadas barbaridades por tonterÃas que no vienen a cuento.
Lean las poesÃas de Catulo en Alianza Editorial y consigan los epigramas de Marcial, luego ya me dirán.
Merece la pena.
Jaaa paya, que arda tu casa y los bomberos presos.
Que te arranquen la paz del pecho y los pensamientos del cerebro para que no puedas dormir de noche ni descansar de dÃa.
Marzo 19, 2007 @ 17:13.
Para alguien que eructa a destiempo:
Que Dios te haga asquerosamente santo, porque guarro ya lo eres.
P.D.: Me encanta su blog. MuchÃsimo más mejor que Sánchez Dragó hablando de libros. ¡Dónde va a parar!
Ingram, que Dios te haga mil eurista y te encadene al trabajo. Sólo pensando que se ha cumplido esta maldición podré perdonarte por lo abandonada que nos tienes.
Asà te saquen los ojos y te meen dentro para que te escueza…
Otra perlita en yiddish (con su contexto):
Una joven invitada a un castillo en Transilvania se encuentra en su dormitorio cuando se le aparece un vampiro a medianoche. Antes de que el terror la paralice por completo, un lúcido pensamiento cruza su mente como una esperanza: alarga su brazo, coge dos cucharillas de la mesita de noche, forma con ellas una cruz y, hermosa y desafiante, la muestra al vampiro.
Éste responde: “Vil gurnisht Helfin”
O: “No te servirá de nada”.
Solo soy un pobre diablo gaélicoparlante que te advierte, hoy, dia de Samonios, qe
Bás mÃch ort no es “Que mueras como los gatitos”, que esa es Bás na bpisCÃn chugat y que la anterior Bás miAch ort quiere decir “Mala muerte pa’tÔ y no que mueras ahogado.
Y esto lo digo no por la gramática sino porque entre nosotros, los diablos gaélicoparlantes, si una maldición se mal-dice ¡puede caerle a uno de retruco! Cosas de la voz y la palabra.
PD: Me ha gustao lo del calendario.
Muchas gracias, amigo Billy Bod, por la corrección. Las maldiciones estaban extraÃdas de un libro, y no pude conseguir que las revisara alguien que hablara gaélico.
Feliz dÃa de los Muertos, atento Lector.
Esto demuestra ke vuestro yahve no es mas ke el diabolico demiurgo ke creo lo material, ademas es cruel con los hombres
One Trackback
"Que lo peguen contra la pared como a un almanaque y que cada dÃa le arranquen un trozo."…
Esta es una de las múltiples maldiciones yiddish que el Lector Constante nos acerca. Maldiciones y más maldiciones cada una a cada cual más cruel….