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  • Villanos mátente, Alfonso

    Buenas tardes, Amigos y Desconocidos Lectores Constantes.

    Ya estoy en Asturias, el lugar donde la niebla se puede cortar y seguro que hasta confeccionar. Ya sabrán ustedes que el norte está lleno de frío y lluvia, así que se han frustrado mis planes de robarle a mi hermana, la Hermana Constante, su bicicleta negra, el más bello y lustroso de los velocípedos, para recorrer la ciudad silbando algo bonito y esquivando lo que los franceses llaman carne de neumático (es decir, peatones).

    De todas formas, quién dijo miedo. Me echo a las calles en cosa de cinco minutos, a respirar agua y salitre y a cazar un queso, si me topo alguno, o un poco de té de manzana confitada, que yo creo que es lo que Ganimedes le ponía en la copa a Zeus. Volveré mañana con ustedes y les contaré qué estoy leyendo y qué pueden leer ustedes en un largo, largo día de lluvia. Hasta entonces, les dejo con un hallazgo que ya tenía ganas de traerles hace unos días. Esto languidecía ahí, en el diccionario, sin que nadie le echara un mísero vistazo, y yo lo encontré buscando algo acerca de los reyes. Que me parta un participio si recuerdo el qué. Lean, lean y sonrían:

    el rey Perico, o el rey que rabió, o el rey que rabió por gachas, o el rey que rabió por sopas.

    1. m. Personaje proverbial, símbolo de antigüedad muy remota. En tiempo del rey Perico Acordarse del rey que rabió, o del rey que rabió por gachas

    Rey de Romanos.

    1. m. Título dado en el Imperio de Alemania a los emperadores nuevamente elegidos, antes de su coronación en Roma, y a los príncipes designados por los electores del imperio para heredar la dignidad imperial.

    rey de romanos.

    1. m. El que ha de suceder a otro en algún oficio o cargo.

    con el rey en el cuerpo.

    1. loc. adv. U. comúnmente para designar al ministro o empleado que hace alarde del nombre del rey y se excede en el uso de su autoridad.

    hacerle a alguien saltar por el rey de Francia.

    1. (Por alus. al ejercicio de los perros amaestrados, que saltaban por el rey de Francia y no por la mala tabernera). loc. verb. Apremiarle mucho, hacerle que se ajetree.

    la del rey.

    1. loc. sust. f. coloq. lo del rey

    lo del rey.

    1. loc. sust. m. La calle.

    no conocer alguien al rey por la moneda.

    1. loc. verb. coloq. Ser muy pobre, carecer de dinero.

    salir, o salirse, alguien con algo como el rey con sus alcabalas.

    1. locs. verbs. Salir adelante con su intento, porfiando hasta lograrlo.

    Hale, rompan filas, que me reclama la calle. Qué bueno es el ocio y el no hacer ni el huevo, santo Dios.

    Tengan cuidado ahí fuera, donde saltan los perros por la mala tabernera.

    7 Comments

    1. Lyl
      Escrito el día 8 mayo 2008 a las 8:37 am | Permalink

      Aproveche el ocio usted que puede. Aquí se ha puesto a llover y a refrescar, pero obviamente nunca estará al nivel de Asturias.
      Por cierto, ¿qué tal está Kowalski? ¿Se recuperó o ahora luce un implante de patita biónica?

    2. Chrome
      Escrito el día 8 mayo 2008 a las 9:39 pm | Permalink

      Oh, Asturias. Snif. La envidia me corroe.

    3. Escrito el día 12 mayo 2008 a las 7:43 am | Permalink

      Matarnos de envidia, bonito método para que dejemos de leerla.

      Un beso, Miriam G.

    4. Escrito el día 13 mayo 2008 a las 8:40 am | Permalink

      Por cierto que el título de esta entrada, con los otros versos que faltan -lo de los cuchillos cachicuernos, sobre todo- forma la peor maldición de la lengua castellana. Yo la usaría en toda toma de posesión de un cargo oficial, para que sepan a qué atenerse.

    5. Molly Bloom
      Escrito el día 19 mayo 2008 a las 5:01 pm | Permalink

      Y yo tonta de mí imaginé un futuro en el que no la compartíamos con nadie y el Lector Constante actualizaba día y día, libre ahora de otras actividades menos elevadas que escribir(nos)como ganar dinero con(s)tante.

    6. Escrito el día 22 mayo 2008 a las 6:33 pm | Permalink

      Ocio suficiente habemus para dedicarle un ratito a sus comentarios. Gracias a todos por venir.

      *Lyl: Ay. Me parece que se saltó usted una entrada, una que venía con… epitafios. El bravo Kowalski se durmió con sus padres hace un par de meses. Era el primero de los Bibliotecarios, Rata Constante de la Biblioteca Ídem, y no será olvidado. Gracias por acordarse de él.

      *Chrome: pues ya sabe, ALSA, película insólita (una de Andy García, la última vez), niebla y a la montaña, mujer. Que no queda tan lejos.

      *Miriam G: desenvídiese, valga el palabro, porque ya estoy de vuelta en Madrid. Y tampoco se está nada mal, oiga. Hace solecito y hay mucho pájaro probando el reclamo.

      *C. Rancio: completamente de acuerdo. Eso de “y sáquente el corazón por el siniestro costado” es escalofriante de bueno.

      *Molly Bloom: ya me gustaría, ya. Pero no me da la cabeza para actualizar todos los días, de verdad que no. Y casi lo prefiero, así le dedico más tiempo a las entradas largas, largas, que también me gustan bastante. Gracias por seguir viniendo.

    7. Lyl
      Escrito el día 23 mayo 2008 a las 12:29 am | Permalink

      Vaya, discúlpeme usted. Efectivamente no había leído dicha entrada. Craso error.
      Me alegro de verla de vuelta después de unos cuantos días de receso.

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