• Categorías
  • La quinta silla terminó en Francia

    Buenas tardes, Amigos y Desconocidos Lectores Constantes.

    Hoy vengo a enseñarles un libro estupendo, un tesoro digno del rescate de un rey, una joya que da lustre a cualquier biblioteca. Alehop:

    Lo edita el Fondo de Cultura Económica (aleluya, hosanna) y lo traduce Odette Smith.

    La primera vez que oí hablar de este libro fue en las páginas de Pesadillas y alucinaciones, que es una antología de relatos de Stephen King. Los relatos no están nada mal, pero lo más interesante son las notas que acompañan a cada relato, donde King cuenta un poco la génesis de esas historias y algunas anécdotas sobre el proceso de escritura. En las notas del relato La casa de Maple Street, dijo así el Autor Constante:

    ¿Recuerdan a Richard Rubinstein, mi amigo productor? Fue él quien me envió el primer ejemplar de The Mysteries of Harris Burdick, de Chris Van Allsburg, con una nota que decía, con su letra puntiaguda: “Te gustará”. Eso era todo y, en realidad, no era necesario decir más. Me gustó.

    The Mysteries of Harris Burdick es una serie de dibujos, títulos y epígrafes del epónimo Burdick, y los relatos no aparecen por ninguna parte. Cada combinación de dibujo, título y epígrafe es una especie de ficha de test de Rorschach, y acaba configurando más bien un índice de la mente del lector-observador que de las intenciones de Van Allsburg. Una de mis fichas predilectas muestra un hombre con una silla en la mano, dispuesto a todas luces a utilizarla como cachiporra si se tercia, que observa una extraña protuberancia de aspecto orgánico que se alza bajo la moqueta de un salón. El epígrafe reza: “Pasaron dos semanas y volvió a ocurrir”.

    Teniendo en cuenta mis ideas sobre la motivación, es evidente que me atrae ese tipo de cosas. ¿Qué es lo que volvió a ocurrir después de dos semanas? No creo que importe. En nuestras peores pesadillas no hay más que sustitutos de lo que nos persigue hasta hacernos despertar temblando y sudando de miedo y de alivio.

    A mi esposa, Tabitha, también le impresionó el libro, y propuso que cada miembro de la familia escribiese un relato inspirándose en una de las fichas. Tabitha escribió el suyo, y nuestro hijo pequeño, Owen, entonces con doce años, escribió otro. Tabby escogió la primera imagen del libro, Owen la del medio, y yo, la última. Con el amable permiso de Chris Van Allsburg, he incluido aquí mi contribución.

    Las notas del señor King no incluían la ilustración a la que se refería, pero de todas maneras me dejó muy, muy intrigada. ¿Qué extraño libro era ése? ¿Qué ilustraciones habían elegido Tabitha y Owen? Me moría por verlas. ¿Serían todas tan inquietantes como la que King describía? Y a todo esto, ¿por qué los relatos a los que aludía “no aparecían por ninguna parte”? Había que encontrar ese libro fascinante y había que hacerlo ya. Mejor hoy que mañana. Hop, hop.

    Naturalmente, cuatro días después yo ya había olvidado Los misterios del señor Burdick, abstraída en sabe Dios qué estúpida actividad, y no volví a recordarlo hasta hace dos semanas, cuando mi amiga mexicana Libia vino a hacerme una visita a Madrid.

    Mi amiga Libia me enseñó cantidad de hermosísimas expresiones mexicanas (“la manga del muerto”, por ejemplo, o “tiro por viaje”), me preparó un exquisito pez al horno con salsa de mostaza y me trajo de regalo un par de autores  muy recomendables: el uruguayo Felisberto Hernández y el mexicano Jorge Ibargüengoitia. Gracias mil, amiga Libia.

    En esta casa es devoción lo que hay por el refranero, y el refranero dice que es de bien nacidos ser agradecidos, así que correspondí a sus atenciones preparándole un estupendo bocadillo de pan de semillas, queso asturiano y tomates secos macerados en aceite y ajo. Nos lo comimos en el parque del Retiro, donde se celebraba la feria del libro. Acabados los bocadillos, paseamos, compramos un libro aquí y otro allá, pedimos alguna firma y nos acercamos a la caseta del Fondo de Cultura Económica, donde Libia estuvo trabajando durante un tiempo. Con la seguridad del que se mueve en terreno conocido, revolvió un poco entre los ejemplares expuestos, sacó uno, lo pagó y me lo regaló. Imaginen mi cara de pasmo absoluto cuando veo que resulta ser Los misterios del señor Burdick. Alegría, alborozo y una piñata. Nunca mejor dicho.

    Total, que caí sobre el libro como César sobre los galos y por fin quedó aclarado el misterio de por qué no hay relatos que acompañen al título y al epígrafe de cada ilustración. El propio Chris Van Allsburg lo explica detalladamente en la introducción y esto dice:

    La primera vez que vi los dibujos de este libro fue hace un año, en la casa de un hombre llamado Peter Wenders. Aunque el señor Wenders ahora está jubilado, en otro tiempo trabajó para un editor de libros para niños, seleccionando las historias y las imágenes que luego se convertirían en libros.

    Hace treinta años llegó un señor a la oficina de Peter Wenders, presentándo e con el nombre de Harris Burdick. El señor Burdick le contó que había escrito catorce cuentos y dibujado muchas ilustraciones para cada uno de ellos. Había llevado un solo dibujo de cada cuento, para ver si a Wenders le gustaba su trabajo.

    Peter Wenders quedó fascinado con las ilustraciones. Dijo a Burdick que le gustaría leer los cuentos lo antes posible. El artista quedó en llevárselos al día siguiente por la mañana y dejó los catorce dibujos con Wenders. Sin embargo, no regresó al día siguiente ni el día después de ése. Nunca más se volvió a oír de Harris Burdick. A lo largo de los años, Wenders trató de averiguar quién era Burdick y qué le había sucedido, pero no pudo descubrir nada. Hasta la fecha, Harris Burdick sigue siendo un misterio absoluto.

    Su desaparición no es el único misterio que dejó. ¿Qué historias acompañaban estos dibujos? Hay algunas pistas. Burdick había escrito un título y un epígrafe para cada ilustración. Cuando le comenté a Peter Wenders cuán difícil era mirar las imágenes y sus epígrafes sin imaginar un cuento, él sonrió y salió de la habitación. Regresó con una caja de cartón cubierta de polvo. Contenía docenas de historias; todas inspiradas por los dibujos de Burdick. Habían sido escritas hacía años por los hijos de Wenders y sus amigos.

    Pasé el resto de mi visita leyendo estas historias. Eran notables, algunas extravagantes, otras divertidas y algunas francamente espeluznantes. Con la esperanza de que otros niños sean nuevamente inspirados por los dibujos de Burdick, los reproducimos aquí por primera vez.

    A estas alturas de la película, imagino que estarán ustedes deseando ver el trabajo del misterioso señor Burdick. O eso espero, vaya. No lo demoraré mucho, no se apuren. Solamente dos apuntes y allá vamos:

    1. La señora Tabitha King y montones de lectores de este libro hicieron lo correcto: usar las ilustraciones para entretener a hijos, sobrinos, amigos y vecinos. Sigan ustedes, queridos Lectores Constantes, su estupendo ejemplo. Poner a los Pequeños Lectores Constantes a escribir un relato inspirado en cualquiera de estas ilustraciones asegura una tarde tranquila (mientras los niños escriben) y una noche emocionante (mientras los leen a la luz de las velas). Ojalá mis padres lo hubieran conocido.
    2. Como no quiero fastidiarles completamente la sorpresa, he seleccionado unas cuantas imágenes y he dejado fuera de la selección otras tantas. Si les come la intriga, no tienen más que darse una vueltecita por la red, donde es fácil encontrar todas las ilustraciones y muchos, muchos relatos de muchas, muchas personas que llevaron a cabo lo que les propongo ahí arriba.

    Y ahora sí, por fin, Los misterios del señor Burdick. Que los disfruten.

    ARCHIE SMITH, NIÑO MARAVILLA

    Una vocecita preguntó: -¿Es él?

    DEBAJO DE LA ALFOMBRA

    Pasaron dos semanas y volvió a suceder.

    UN EXTRAÑO DÍA EN JULIO

    Lanzó con todas sus fuerzas, pero la tercera piedra rebotó de regreso.

    OTRO LUGAR, OTRO TIEMPO

    Si había una respuesta, él la encontraría allí.

    HUÉSPEDES SIN INVITACIÓN

    Su corazón latía desbocado. Estaba seguro de que había visto girar el tirador de la puerta.

    LA BIBLIOTECA DEL SEÑOR LINDEN

    Él la había prevenido sobre el libro. Ahora era demasiado tarde.

    LAS SIETE SILLAS

    La quinta silla terminó en Francia

    SÓLO POSTRE

    Acercó el cuchillo y se iluminó aún más.

    CAPITÁN TORY

    Movió su farol tres veces y lentamente apareció la goleta.

    LA CASA DE MAPLE STREET

    Fue un despegue perfecto.

    Con esto cerramos, amigos. Tengan cuidado ahí fuera, porque cuando pasen dos semanas, volverá a suceder.

    16 Comments

    1. paco
      Escrito el día 20 junio 2011 a las 12:08 pm | Permalink

      Gran día aquel en el que hay una actualización del Lector Constante.
      ¿Conoces el juego de mesa Dixit?
      http://www.boardgamegeek.com/boardgame/39856/dixit
      Deberías echarle un ojo, tu post me lo ha recordado.

    2. Libia Brenda
      Escrito el día 20 junio 2011 a las 12:57 pm | Permalink

      :’)

      Qué más quisiera yo que haber estado más semanas para intercambiar más libros y bocadillos. Pero ya lo dicen: de lo bueno, poco.
      Aquí en tierras mexicanas se espera a Lector Constante con más recetas y alguno que otro libro.

      Ah, ejem, Felisberto no es mexicano, es uruguayo :)

      Besos de ultramar.

    3. Escrito el día 20 junio 2011 a las 1:13 pm | Permalink

      Qué bueno tenerte de vuelta, Primor.

      Muacks!

    4. W
      Escrito el día 20 junio 2011 a las 9:02 pm | Permalink

      Otros dos libros a la pila y espero que más contenido en el mi reader.
      Bienvenida de nuevo.

    5. Escrito el día 20 junio 2011 a las 11:06 pm | Permalink

      Burdick podría ser un buen protagonista de los de ‘Bartleby y compañía’. Podría uno especular con lo que le sucedería (le atropellaría un tranvía camino de vuelta? su aterrado hijo habría aprovechado a deshacerse de las láminas que no llevó al editor durante la ausencia de su padre? y si no había dibujado nada más y simplemente estaba echándose un farol? Podía tener a un artista debajo de la alfombra y este haberse automutilado durante la salida al editor. Ay, la fantasía, menos mal que no me gusta…

    6. Manina
      Escrito el día 21 junio 2011 a las 1:33 am | Permalink

      Maravilloso!!!

    7. Documentalista constante
      Escrito el día 21 junio 2011 a las 4:20 am | Permalink

      Me uno a la recomendación del Dixit que menciona Paco. Creo que puede ocurrirte con él lo mismo que le pasó a King con la escueta nota de su editor (escrita con su puntiaguda letra, jeje).

      Poir cierto, la (esperada) nueva entrega tan maravillosa como siempre.

    8. Escrito el día 22 junio 2011 a las 6:40 pm | Permalink

      Toda esta historia (además de ser apasionante por sí misma), me ha recordado a un libro que me regalaron hace años. Se llama El Libro de los Libros, lo edita Lumen, y básicamente consiste en que diferentes autores (entre ellos Jostein Gaarder, Ana María Matute, Susan Sontag, Orhan Pamuk o Eduardo Mendoza) escriben un pequeño cuentecito sobre unas preciosas ilustraciones de Quint Buchholz, que tienen todas en común que aparezca en ellas al menos un libro. Algo me dice que le gustaría.

      Se agradece su vuelta, en estos tiempos en que el calor no da tregua al sueño.

      Un saludo.

    9. MamaOca
      Escrito el día 23 junio 2011 a las 3:45 am | Permalink

      ¡Que sorpresa, querida! Va a ser cierto que la paciente espera tiene su recompensa. Bienvenida de nuevo y que sea por mucho tiempo.

      Como siempre, un gusto leerla.

    10. MamaOca
      Escrito el día 23 junio 2011 a las 3:47 am | Permalink

      Perdone. Email anterior mal escrito.

    11. Hlynur
      Escrito el día 27 octubre 2011 a las 6:07 pm | Permalink

      Muy bueno el post. Por favor, ¿podrías corregir lo de Felisberto Hernández? Es uruguayo. Muchas gracias!

    12. Lector Constante
      Escrito el día 28 octubre 2011 a las 4:46 am | Permalink

      Ya me han comentado un par de veces lo de Hernández. Cierto es y procedo a corregirlo. Muchas gracias.

    13. Rober Jr.
      Escrito el día 8 noviembre 2011 a las 3:00 pm | Permalink

      Joder, me has dejado sin palabras con la historia del libro. También lo han hecho las ilustraciones, geniales.

    14. Raquel
      Escrito el día 16 diciembre 2011 a las 11:05 am | Permalink

      Jo, genial todo…

    15. Jorge
      Escrito el día 28 diciembre 2013 a las 3:17 am | Permalink

      ¡Hola! Que gusto me da enterarme de que no soy el único no-niño que se sintió fascinado por este libro, ya que la gente me mira raro cuando les cuento que un libro infantil me cautivó. También tuve la oportunidad de leer el cuento original de Jumanji (del mismo autor) e igual es muy bueno, y me gustaría leer más cuentos originales de él. En fin, para terminar, te recomiendo le eches un vistazo a “La tienda de animalhombres del señor Larsen”, otra de esas joyas que a veces pasan desapercibidas por encontrarse en la sección de libros para niños. Saludos desde México.

    16. Escrito el día 10 julio 2015 a las 7:45 pm | Permalink

      I do not even know the way I ended up right here, but I assumed this post used to be good.
      I don’t recognize who you might be however definitely you
      are going to a well-known blogger if you aren’t already.

      Cheers!

    2 Trackbacks

    1. Escrito por ESTRENOS: 17/06/11 – 24/06/11 – 01/07/11 « El Penúltimo Dodo el día 20 julio 2011 a las 5:03 am

      [...] Nueva entrada en el Lector Constante, es chupiguay, y yo no uso ese adjetivo a la ligera (hagan click): Lector Constante [...]

    2. Escrito por look herelook these up el día 26 junio 2015 a las 1:24 pm

      look herelook these up

      La quinta silla terminó en Francia – Lector Constante

    Deja un comentario

    Tu email permanecerá privado Los campos obligatorios están marcados con *

    *
    *

    ARCHIVOS